Te conocí en un bazar

entre cuadros, y revistas, camisetas, discos y jeans

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martes, diciembre 26, 2006

Navidad


Esta ha sido oficialmente la navidad más corta y relajada de todas. Una hora comiendo con los abuelos y media hora con mi padre, semi dormida. Por suerte me perdí los villancicos y no comí en exceso (al menos el 24). El resto la pasé en taxis de Miraflores a La Punta y de La Punta a Monterrico llevadas por un conductor que quería llegar a Jesús María antes de las 12, por lo que hizo ese trayecto en una inverosímil media hora. Pasamos del borde del mar al pie del cerro a toda velocidad, mirando primero a la gente celebrar en las calles del Callao, con cerveza en las esquinas y cohetones en barrios donde nada está prohibido. Y luego observando las calles desiertas de Surco, finamente iluminadas y resguardadas.
Me olvidé el regalo de mi hermana y ella se olvidó el mío. Mi abuelo inventó la champiña: champagne con jugo de piña y mezclado en balde para toda la familia. Mis tíos erraron otra vez sus regalos: recibí un extraño llavero y una agenda de las ediciones Paulinas, que me ha permitido aprender que mi cumpleaños es el día de San Celestino V y que el verdadero nombre de Bono es Paul David Hewson, quien figura entre sus "personajes que dejaron huella", acompañado por Benedicto XVI, Sor Ana de los Angeles, Isabel Allende y Pelé.Me gustaron más sus abrazos y sinceras buenas intenciones.
El 25 en la mañana mi hermana y yo subimos a un colectivo donde luego de decirle "buenos días", un señor dijo "Hay que decir Feliz Navidad, pues". Y el día anterior el señor casero de mi librería cercana me dijo "Feliz Navidad...siempre cuidando la bicicleta!", mientras me daba la mano. Fue mi saludo favorito, junto a esta imagen que mandó Rai por mail:


Para terminar, una frase extraída de "Juventud Nueva":
"Jamás se desvía uno tanto como cuando cree conocer el camino". Creo que a Andy le hubiera podido gustar...
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Mi fresa


Respondiendo a h.s, he aquí lo que pinté ese día (discúlpeseme la notoria inexperiencia)
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lunes, diciembre 18, 2006

Paredes

Fui a un concurso de graffiti en el Callao hace un par de semanas.Me pasó la voz el muchacho que vende latas baratas en el Mercado Central. Tiene unas cartas de colores impresionantes y aunque cuesta decidir, el primer color que elegí fue un rosado ultra neón, imprescindible.
Me dijo "todas las chicas eligen ese". Me reí y le pregunté cuál era el favorito de los chicos, dijo que variaba, pero que ese rosado era el que más le gustaba a él.El día antes del concurso dudé en ir porque debía levanatarme temprano, era lejos y no conocía a nadie.
Pero ese domingo finalmente tomé la S y difruté el paisaje hasta el aeropuerto mientras disfrutaba mi Gatorade post resaca.El primer chico que se acercó a hablarme me preguntó si iba a pintar flores. Me dijo que las chicas siempre pintan flores y a pesar de eso, me cayó bien. Mis vecinos de pared eran amables: uno me ofreció guantes de médico, pero nunca los había usado para pintar y los rechacé. El otro me mostró sus bocetos y se ofreció a enseñarme técnicas.


Caminé viendo las cuatro cuadras intervenidas mientras algunos muchachos me hablaban. Era fácil socializar porque era la única mujer entre los casi 40 graffiteros, sin contar a un par de enamoradas que los esperaban sentadas en las veredas. Uno escribió mi mail con spray en su mochila y conocí personalmente a uno cuyos dibujos han sido mis favoritos por mucho tiempo. Se sorprendió de que me acordara de ellos y me comentó que le parecía absurdo pintar con spray en Lima siendo tan caro y habiendo tantos muros en los que se podía pintar legalmente, con paciencia y soltura, con látex. El lo hacía así y le quedaba muy bien.Otro chico también usó el latex en lo que fue mi pintura preferida de ese día:

Era gracioso y me invitó a formar parte de su crew, en La Perla. De regreso por la avenida Argentina camino a La Punta, veía la cantidad de muros esperando ser pintados de los que hablaba el Soak. Eran las 3 y me bajé el el mercado del Callao con antojo de ceviche. El kiosko "El lobo marino"estaba bellamente decorado por esta sirena hecha por otro talentoso pintor anónimo.

Y noté por primera vez al "negro verde" que muy atento cuida la entrada del mercado.Al anochecer comprobé que la pinta más poderosa del día fue la que dejó el sol en mis hombros...
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domingo, diciembre 10, 2006

RIP

Mi compu ha muerto. Han pasado varios días ya y no quería postear en el blog hasta que reviva, porque me gusta colgar imágenes y sin ella es complicado. Me he reencontrado con el mundo de las cabinas limeñas: mirar el reloj a cada rato para calcular el tiempo, leer los mails apuradamente, escuchar la radio de la elección del dueño. Ahorita suena Maná, pero por suerte la voz de Roysin Murphy en mis audífonos me dice que "nothing seems to matter" y opaca a Fer, que suena a lo lejos, quejumbroso.
En dos cabinas ya casi me conocen y me sonríen cuando llego. En una me encontré con mi hermana de casualidad y le tomé una foto cuando leía un mail que yo le había mandado.
 
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